Toda energía y cariño, así es Saku. Pese a que la primera parte de su vida no recibió los cuidados que merecía, al poco tiempo de llegar a nosotros cogió confianza en sí misma y se convirtió en el terremoto risueño  que siempre debió ser.

Es sociable con todo tipo de personas y le encanta poder jugar con otros perritos. Debido a su edad y a sus ganas de descubrir mundo, es bastante activa por lo que sería recomendable que su futura familia también lo fuese.

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