Mi historia es un ejemplo triste de que no se puede hacer con un ser vivo. Durante mis primeros 6 meses de vida, estuve aislado del mundo, por lo que mi socialización no fue correcta, y ahora tengo mucho trabajo para llegar a ser el perro genial que llevo dentro. Me cuesta un poco relacionarme con desconocidos, ya sean humanos o caninos. En el albergue ya me están ayudando, pero lo que necesito es una familia que entienda de perros, y que me ayude y cuide.
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